El Mundo- Francia ha votado por la mano dura, por enterrar mayo del 68, por facilitar el despido, rebajar las prestaciones de desempleo y reducir los impuestos. Es una receta liberal a la francesa: si Sarkozy consigue llevar a cabo sus reformas -difíciles en un país donde el 64% no cree en la economía de mercado- el estado del bienestar de nuestro vecino seguirá estando a años luz del nuestro. El nuevo presidente francés, por ejemplo, quiere reducir el tipo máximo del impuesto de la renta al 50%. Aquí el máximo está en el 45%
Etiquetas: noticias, opinión, Política
Entrada publicada por swedishgirls, el
6 de mayo de 2007.
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