...Cierto es que el aspecto de aquel vehículo invitaba a pensar lo peor. Pero mi mente no acababa de asimilar lo que estaba observando.
La alfombrilla donde reposaban mis pies tenia una extraña estabilidad. Notaba como pequeños bultos que incluso la levantaban notablemente en algunas zonas.

Cerré por un momento los ojos. Instantes después volví a fijar mi mirada en aquella alfombrilla.
No aguanté más. Me agaché y descubrí aquel trozo de felpa espectante.

Me dirigí en tono solemne a mi hermana - Eva, han crecido cuatro 'bolets' en la alfombrilla!

Inmediatamente al descubrir el hallazgo, ambos bajamos del coche.
Después de unos minutos de desconcierto, comenzamos a analizar científicamente el suceso.

Al parecer, la combinación de un suave goteo que se filtraba a través del capó con la mierda acumulada a modo de vertedero en aquel coche habia propiciado el milagro de la vida. Y aquellas cuatro setas de tres dedos de altura reinaban esbeltas en el interior de aquel Opel Corsa ante nuestro asombro...

[suceso real]

Etiquetas: relatos

Entrada publicada por alfonsofavela, el 4 de diciembre de 2006. Deja un puto comentario coño!.